Entradas

"Canastitas en serie" de Bruno Traven

Imagen
VISIBLE En calidad de turista en viaje de recreo y descanso, llegó a estas tierras de México Mr. E. L. Winthrop. Abandonó las conocidas y trilladas rutas anunciadas y recomendadas a los visitantes extranjeros por las agencias de turismo y se aventuró a conocer otras regiones. Como hacen tantos otros viajeros, a los pocos días de permanencia en estos rumbos ya tenía bien forjada su opinión y, en su concepto, este extraño país salvaje no había sido todavía bien explorado, misión gloriosa sobre la tierra reservada a gente como él. Y así llegó un día a un pueblecito del estado de Oaxaca. Caminando por la polvorienta calle principal en que nada se sabía acerca de pavimentos y drenaje y en que las gentes se alumbraban con velas y ocotes, se encontró con un indio sentado en cuclillas a la entrada de su jacal. El indio estaba ocupado haciendo canastitas de paja y otras fibras recogidas en los campos tropicales que rodean el pueblo. El material que empleaba no sólo estaba bien

FavIcon from Pics -- free favicon.ico for your website (animated, static, text, iPod icons)

FavIcon from Pics -- free favicon.ico for your website (animated, static, text, iPod icons) VISIBLE OCULTO

Alguien desordena estas rosas

Imagen
Gabriel García Márquez Como es domingo y ha dejado de llover, pienso llevar un ramo de rosas a mi tumba. Rosas rojas y blancas, de las que ella cultiva para hacer altares y coronas. La mañana estuvo entristecida por este invierno taciturno y sobrecogedor que me ha puesto a recordar la colina donde la gente del pueblo abandona los muertos. Es un sitio pelado, sin arboles, barrido apenas por las migajas providenciales que regresan después que el viento ha pasado. Ahora que dejó de llover y que el sol de mediodía debe haber endurecido el jabón de la cuesta, podría llegar hasta el túmulo en cuyo fondo reposa mi cuerpo de niño, ahora confundido, desmenuzado entre caracoles y raíces.
VISIBLE    OCULTO
VISIBLE

El Cholo que se vengó

Imagen
Demetrio Aguilera Mata —Tei amao como naide ¿sabés vos? Por ti mei hecho marinero y hei viajao por otras tierras… Por ti hei estao a punto a ser criminal y hasta hei abandonao a mi pobrev vieja: por ti que me habís engañao y te habís burlao e mí… Pero mei vengao: todo lo que te pasó ya lo sabía yo dende antes. ¡Por eso te dejé ir con ese borracho que hoi te alimenta con golpes a vos y a tus hijos! La playa se cubría de espuma. Allí el mar azotaba con furor. Y las olas enormes caían, como peces multicolores sobre las piedras. Andrea la escuchaba en silencio. —Si hubiera sío otro… ¡Ah! … Lo hubiera desafiado ar machete a Andrés y lo hubiera matao … Pero no. Er no tenía la curpa. La única curpable eras vos que me habías engañao. Y tú eras la única que debía sufrir así como hei sufrío yo…

El clis de sol

Imagen
Manuel González Magón , Costa Rica 1866-1936 ¿1896? No es cuento, es una historia que sale de mi pluma como ha ido brotando de los labios de ñor Cornelio Cacheda, que es un buen amigo de tantos como tengo por esos campos de Dios. Me la refirió hará cinco meses, y tanto me sorprendió la maravilla el no comunicarla para que los sabios y los observadores estudien el caso con el detenimiento que se merece. Podría tal vez entrar en un análisis serio del asunto, pero me reservo para cuando haya oído las opiniones de mis lectores. Va, pues, monda y lironda, la consabida maravilla.