Entradas

Mostrando entradas de 2011

"Canastitas en serie" de Bruno Traven

Imagen
VISIBLE En calidad de turista en viaje de recreo y descanso, llegó a estas tierras de México Mr. E. L. Winthrop. Abandonó las conocidas y trilladas rutas anunciadas y recomendadas a los visitantes extranjeros por las agencias de turismo y se aventuró a conocer otras regiones. Como hacen tantos otros viajeros, a los pocos días de permanencia en estos rumbos ya tenía bien forjada su opinión y, en su concepto, este extraño país salvaje no había sido todavía bien explorado, misión gloriosa sobre la tierra reservada a gente como él. Y así llegó un día a un pueblecito del estado de Oaxaca. Caminando por la polvorienta calle principal en que nada se sabía acerca de pavimentos y drenaje y en que las gentes se alumbraban con velas y ocotes, se encontró con un indio sentado en cuclillas a la entrada de su jacal. El indio estaba ocupado haciendo canastitas de paja y otras fibras recogidas en los campos tropicales que rodean el pueblo. El material que empleaba no sólo estaba bien

FavIcon from Pics -- free favicon.ico for your website (animated, static, text, iPod icons)

FavIcon from Pics -- free favicon.ico for your website (animated, static, text, iPod icons) VISIBLE OCULTO

Alguien desordena estas rosas

Imagen
Gabriel García Márquez Como es domingo y ha dejado de llover, pienso llevar un ramo de rosas a mi tumba. Rosas rojas y blancas, de las que ella cultiva para hacer altares y coronas. La mañana estuvo entristecida por este invierno taciturno y sobrecogedor que me ha puesto a recordar la colina donde la gente del pueblo abandona los muertos. Es un sitio pelado, sin arboles, barrido apenas por las migajas providenciales que regresan después que el viento ha pasado. Ahora que dejó de llover y que el sol de mediodía debe haber endurecido el jabón de la cuesta, podría llegar hasta el túmulo en cuyo fondo reposa mi cuerpo de niño, ahora confundido, desmenuzado entre caracoles y raíces.
VISIBLE    OCULTO
VISIBLE

El Cholo que se vengó

Imagen
Demetrio Aguilera Mata —Tei amao como naide ¿sabés vos? Por ti mei hecho marinero y hei viajao por otras tierras… Por ti hei estao a punto a ser criminal y hasta hei abandonao a mi pobrev vieja: por ti que me habís engañao y te habís burlao e mí… Pero mei vengao: todo lo que te pasó ya lo sabía yo dende antes. ¡Por eso te dejé ir con ese borracho que hoi te alimenta con golpes a vos y a tus hijos! La playa se cubría de espuma. Allí el mar azotaba con furor. Y las olas enormes caían, como peces multicolores sobre las piedras. Andrea la escuchaba en silencio. —Si hubiera sío otro… ¡Ah! … Lo hubiera desafiado ar machete a Andrés y lo hubiera matao … Pero no. Er no tenía la curpa. La única curpable eras vos que me habías engañao. Y tú eras la única que debía sufrir así como hei sufrío yo…

El clis de sol

Imagen
Manuel González Magón , Costa Rica 1866-1936 ¿1896? No es cuento, es una historia que sale de mi pluma como ha ido brotando de los labios de ñor Cornelio Cacheda, que es un buen amigo de tantos como tengo por esos campos de Dios. Me la refirió hará cinco meses, y tanto me sorprendió la maravilla el no comunicarla para que los sabios y los observadores estudien el caso con el detenimiento que se merece. Podría tal vez entrar en un análisis serio del asunto, pero me reservo para cuando haya oído las opiniones de mis lectores. Va, pues, monda y lironda, la consabida maravilla.

El clis de sol

No es cuento, es una historia que sale de mi pluma como ha ido brotando de los labios de ñor Cornelio Cacheda, que es un buen amigo de tantos como tengo por esos campos de Dios. Me la refirió hará cinco meses, y tanto me sorprendió la maravilla el no comunicarla para que los sabios y los observadores estudien el caso con el detenimiento que se merece. Podría tal vez entrar en un análisis serio del asunto, pero me reservo para cuando haya oído las opiniones de mis lectores. Va, pues, monda y lironda, la consabida maravilla

Diles que no me maten

¡Diles que no me maten! Juan Rulfo -¡Diles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso. Que por caridad. Así diles. Diles que lo hagan por caridad. -No puedo. Hay allí un sargento que no quiere oír hablar nada de ti. -Haz que te oiga. Date tus mañas y dile que para sustos ya ha estado bueno. Dile que lo haga por caridad de Dios. -No se trata de sustos. Parece que te van a matar de a de veras. Y yo ya no quiero volver allá. -Anda otra vez. Solamente otra vez, a ver qué consigues. -No. No tengo ganas de eso, yo soy tu hijo. Y si voy mucho con ellos, acabarán por saber quién soy y les dará por afusilarme a mí también. Es mejor dejar las cosas de este tamaño. -Anda, Justino. Diles que tengan tantita lástima de mí. Nomás eso diles. Justino apretó los dientes y movió la cabeza diciendo:

La muñeca negra

La muñeca negra de José Martí De puntillas, de puntillas, para no despertar a Piedad, entran en el cuarto de dormir el padre y la madre. Vienen riéndose, como dos muchachones. Vienen de la mano, como dos muchachos. El padre viene detrás, como si fuera a tropezar con todo. La madre no tropieza; porque conoce el camino. ¡Trabaja mucho el padre, para comprar todo lo de la casa, y no puede ver a su hija cuando quiere! A veces, allá en el trabajo, se ríe solo, o se pone de repente como triste, o se le ve en la cara como una luz: y es que está pensando en su hija: se le cae la pluma de la mano cuando piensa así, pero en seguida empieza a escribir, y escribe tan de prisa, tan de prisa, que es como si la pluma fuera volando. Y le hace muchos rasgos a la letra, y las oes le salen grandes como un sol, y las ges largas como un sable, y las eles están debajo de la línea, como si se fueran a clavar en el papel, y las eses caen al fin de la palabra, como una hoja de palma; ¡tiene que ver lo que e

Los amores de Bentos Sagrera

LOS AMORES DE BENTOS SAGRERA de JAVIER DE VIANA [1868-1926] Cuando Bentos Sagrera oyó ladrar los perros, dejó el mate en el suelo, apoyando la bombilla en el asa de la caldera, se puso de pie y salió del comedor apurando el paso para ver quién se acercaba y tomar prontamente providencia. Era la tarde, estaba oscureciendo y un gran viento soplaba del Este arrastrando grandes nubes negras y pesadas, que amenazaban tormenta. Quien a esas horas y con ese tiempo llegara a la estancia, indudablemente llevaría ánimo de pernoctar, cosa que Bentos Sagrera no permitía sino a determinadas personas de su íntima relación. Por eso se apuraba, a fin de llegar a los galpones antes de que el forastero hubiera aflojado la cincha a su caballo, disponiéndose a desensillar. Su estancia no era posada, ¡canejo! —lo había dicho muchas veces; y el que llegase, que se fuera y buscase fonda, o durmiera en el campo, ¡que al fin y al cabo dormían en el campo animales suyos de más valor que la mayoría de

El vaso de leche

Imagen
El vaso de leche Manuel Rojas AFIRMADO en la barandilla de estribor, el marinero parecía esperar a alguien. Tenía en la mano izquierda un envoltorio de papel blanco, manchado de grasa en varias partes. Con la otra mano atendía la pipa. ...   Entre unos vagones apareció un joven delgado; se detuvo un instante, miró hacia el mar y avanzó después, caminando por la orilla del muelle con las manos en los bolsillos, distraído o pensando. ...   Cuando pasó frente al barco, el marinero le gritó en inglés: ...   -I say; look here! (¡Oiga, mire!) ...   El joven levantó la cabeza, y, sin detenerse, contestó en el mismo idioma: ...   - Hallo! What? (¡Hola! ¿Qué?) ...   -Are you hungry? (¿Tiene hambre?) ...   Hubo un breve silencio, durante el cual el joven pareció reflexionar y hasta dio un paso más corto que los demás, como para detenerse; pero al fin dijo, mientras dirigía al marinero una sonrisa triste: ...   -No, I am not hungry. Thank you, sailor. (No, no tengo hambre. Muchas

“Importa, para que los individuos tengan la capacidad de juzgar y opinar por sí mismos, que lean por su cuenta”. Harold Bloom

Imagen
¿Hola!  ¡Bienvenidos al Blog de Lectura!!! ! "Gotta keep reading! ¡Sigamos leyendo, Escuela "Genaro Guzmán Mayer" ...Y nuestro primer libro leído en este mes: "Un mexicano más" de Juan Sánchez Andraka. Juan Sánchez Andraka en su libro "Un Mexicano más" nos presenta claramente las graves contradicciones de nuestra vida familiar, social y política. Antonio Mendoza, el personaje central, es un estudiante de secundaria de provincia, cuya formación se va estructurando con base en esas contradicciones y, por lo tanto, llega en sus aspiraciones, a identificarse con los millones de mexicanos cuya meta única y definitiva es la adquisición del dinero. La despreocupación de los padres, los maestros sin vocación de maestros, los falsos redentores, del pueblo, y la carencia de, en el hogar y en la escuela, de orientación sexual adecuada aparecen como culpables de esta producción de mediocres. Fragmento:Un Mexicano Más  ...Mi mamá dice que debo amar